La utilización de un motor segunda mano puede ser una ayuda para los que necesitan un nuevo motor, como para aquellos que desean adquirir un nuevo auto. Ambos se pueden beneficiar de la recuperación de un motor, el propietario de este, puede generar ingresos por la venta de su motor, ingresos que pueden ser utilizados para adquirir un nuevo coche, mientras el comprador se beneficia al adquirir un motor económico, que pueda costear para poner su coche a andar.
La mayoría de las veces, los propietarios de coches antiguos o averiados, son los que entran en contacto con los desguaces, centros de tratamiento especializados en la recuperación de todo tipo de coche. Cuando el cliente se pone en contacto con el desguace, este envía una grúa para que remolque el coche hasta el centro de tratamiento, luego ayuda a que el propietario del coche pueda hacer todos los requerimientos legales necesarios para dar de baja al coche. Esto resulta de gran ayuda para la mayoría de propietarios de coches averiados.
Una vez que se llevan a cabo los requisitos legales para dar de baja al coche, el desguace se encarga de limpiar el motor, tomando en consideración el medio ambiente, que es el principal interés de los desguaces. Una vez limpio, se hacen pruebas para determinar si el coche puede servir otra vez, y que tanto puede ser utilizado en otro coche. Las pruebas son la mejor forma de determinar la utilidad de un motor de segunda mano en un nuevo coche.
Si las pruebas son positivas y el sistema de limpieza y reparación de pequeñas piezas es lleva a cabo, un nuevo cliente tendrá la posibilidad de adquirir el recuperado motor segunda mano. Lo más común, es que este motor sea instalado en un centro de mecánica oficial, o en un centro afiliado al desguace que se encargó de la recuperación del motor usado.
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